Y no sólo eso. Las corridas de toros son un espectáculo que forma parte de nuestra cultura y nuestra tradición, y al que los ciudadanos pueden asistir de forma libre. Bueno, en Cataluña ya no. El Parlamento catalán ha prohibido la fiesta más importante de nuestro país pero no podrá acabar con años de historia mientras haya voces como los miles de ciudadanos que este fin de semana han mostrado su indignación en diferentes puntos de España. Y del mundo. El pasado jueves los periódicos más importantes del mundo abrían con la noticia, señalando que la medida incrementa la independencia de Cataluña del resto de España. La Vanguardia publicó un artículo con los titulares de The Times, Le Monde, The NYT o Le Figaro.
No podemos evitar sentirnos avergonzados y humillados por este ataque a la libertad y a la tolerancia ante otra de las medidas antiespañolas de CiU y el Tripartito. La abolición de los toros no es más que otra contradicción del nacionalismo catalán. ¿O es que tiene algún sentido alegar a los derechos de los animales sin hacer mención alguna a otros espectáculos, taurinos como los correbous, y no taurinos, como la caza del jabalí? ¿Realmente defienden a los animales? ¿O más bien los utilizan como excusa para atacar los símbolos de España?
Desde el Partido Popular defendemos, como siempre lo hemos hecho, cada uno de los símbolos de nuestra cultura. Y pedimos al Gobierno de España que también defienda el carácter cultural de la Fiesta de los Toros. Zapatero, como Presidente del Gobierno, tiene la misión de proteger aquello que nos representa y aquello que los ciudadanos quieren. ¡Incluida la libertad de ir a los toros en Cataluña!
Si en el post de la semana pasada decíamos 'Viva España', hoy nos levantamos para decir ¡VIVA LA FIESTA NACIONAL!
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