jueves, 14 de octubre de 2010

No permitamos el recuerdo de una España dividida el Día de la Fiesta Nacional

¿Por qué el Gobierno gasta el dinero en rebuscar huesos enterrados hace décadas, cuando hay gente que rebusca comida en la calle? La situación económica a la que nos ha llevado Zapatero exige austeridad y un control del gasto público que el gobierno socialista no está haciendo. No podemos entender cómo recorta gastos necesarios como la asistencia de nuestros investigadores del CSIC a los congresos internacionales y sigue dedicando fondos a abrir tumbas y heridas que los españoles decidimos enterrar y dejar atrás para vivir en democracia.

¿Por qué gasta el dinero de los españoles en paro, con hipotecas, hijos a los que alimentar y colegios que pagar, en rebuscar los huesos de una guerra y una dictadura que ensombrecieron España durante cuarenta años?

Los españoles ya no saben cómo decirle al gobierno socialista que la generación de la Guerra Civil y el Franquismo forma parte del pasado. Que estamos en el 2010 y queremos trabajar, no abrir tumbas. Que su ley de Memoria Histórica y su revanchismo ideológico por algo que pasó hace más de setenta años ¡no nos interesa!

Esta semana hemos celebrado el Día de la Fiesta Nacional. Un día para homenajear a nuestros militares, los que dan la vida por nosotros cada día, y agradecerles lo que hacen por España. Lástima que el Presidente del Gobierno no le dé esa importancia y valor, y prefiera que los titulares del día sean sobre las tumbas abiertas en el Valle de los Caídos y la incoherente relación planteada por un portavoz de ERC entre El Día de la Hispanidad y 'el genocidio'. Esto último es especialmente interesante porque, a pesar de mis esfuerzos, sigo sin ver la concomitancia. Zapatero no ha dicho nada. Y Montilla, tampoco; como siempre, el socialista 'catalán' deja que su gobierno cuestione la españolidad de sus ciudadanos y ponga en evidencia al conjunto de los catalanes. El 28 de noviembre los catalanes podrán decir 'No' a esta humillación y confiar en Alicia Sánchez-Camacho para defender sus intereses y sus valores como catalanes y como españoles.

Muchos ciudadanos aprovecharon la presencia de Zapatero en el desfile de las Fuerzas Armadas para pedir su dimisión, haciendo uso de su libertad de expresión. Como siempre cuando sucede esto, la izquierda insulta, radicaliza y se muestra intransigente con las críticas de los españoles descontentos. El Día de la Fiesta Nacional no es el mejor momento para abuchear a Zapatero porque él no es el protagonista, lo somos todos. Pero desde el Partido Popular nunca pediremos a los ciudadanos que no manifiesten su opinión, cuando, donde y contra quien sea. Porque es su derecho.

Sonia G., Secretaria de Publicaciones de NNGG de Moncloa-Aravaca

No hay comentarios: